viernes, 20 de junio de 2008

Radio Ga ga

Te tienes que construir tu propio mundo, así lo comprendí yo cuando de joven mis gustos iban en contracorriente de las emisoras, las salas de cine o la televisión de ese momento y deseaba un mundo más complejo del que me decían los que me rodeaban, resultado: era un bicho raro que leía a montones desde Agatha Christie a Tomas Man, los surrealistas con su pintura la cual asociaba con la música experimental, todo era un caldo sabroso al fin de cuentas.

Pero el mundo giraba en otro sentido y las emisoras que un día emitían Rock terminaron en un Pop simplón, para luego desaparecer décadas después sepultadas en una cosa llamada Reggeton.

No les voy a contar sobre la música que escuchábamos en esa época, eso lo pueden mirar en el Blog Verbo Urbano, más bien les contare los resultados de esos encuentros con mundo propio (por error escribí inmundo que para algunos debe ser así) primero lo primero, te das cuenta de niño que la música que escucha tu familia en navidad tiene un ritmo lejano y cadencioso y que has nacido en una tierra tropical de diferentes ritmos( que a la postre resulta el aderezo al grupo musical al que pertenezco) mientras en tus venas corre el Rock…O fortuna, vas en contra de la mar y te preparas para vivir sólo tu experiencia, “No hay nada más emotivo que un hombre solitario que recurre a la elegía” escribe Joseph Brodsky en la canción del péndulo, y si, eran aullidos de lobo estepario por la carencia de un entorno más afable, dejemos de quejas que algo bueno salió.

Mis gustos se refinaron, fui en busca de lo extraño, único e irrepetible y encontré en las “artes” (en todas sus expresiones) todo lo que deseaba, aquello que me hacia diferente me armó de un ser próximo, semejante, diletante muy alejado de la masa; menos era más y no era una consigna de grupo, sino por que fue así durante década y media de búsquedas.

Pero llegó Internet y el intercambio de información se aceleró, hoy por hoy es un ritmo delirante, luz del medio día.

La radio en ese entonces era agónica con algunos respiros de canciones buenas de Rock, Punk, New Wave o Tecno y fuimos más allá pero la radio moría para ese entonces, los malos DJ con su risa estrepitosa de las seis de la mañana producto de un humor estúpido y morboso la sentenciaron a muerte y no hay Lázaro que vuelva.

Al final del túnel están las emisoras que se encuentran en la internet más especializadas pero igual sigues buscando en tus casetes o Cd aquello que aún no te suena y quieres revisitar