Termina el encuentro de arte de Medellín 2007 y no voy hablar como especialista (No me siento así) es esperar prudentemente quienes vimos algo del encuentro y hacer la conversión de pasar de espectador al artista sin aspaviento, que lo disfruta y siente gozo ante lo sublime y único, se es diletante y lo encuentras en la relación con tus semejantes, al leer en voz alta la poesía de Bukowski mientras suena la música de Pere Ubu, The residents, Encisos o Tuxedomoon, las charlas filosóficas…Yo que sé, te gusta lo que ves y lo argumentas y listo. Las salidas con otros artistas te avivan todas las variantes plásticas (no me sale decir tendencias es calamitoso) Las visitas a este encuentro de arte en Medellín con los artistas plásticos Germán Arrubla y Mario Vélez fueron un taller de diferentes dimensiones visuales de enfoques y desaciertos pero lo principal era percatarse de los detalles que a veces se te escapan.
Fuimos, vimos y hablamos, en conclusión es loable el hacer un evento donde convergen las personas apreciar el arte pero hay que mejorar y hacer más encuentros de arte, por que históricamente se perdieron dos generaciones de Medellinenses de estos eventos donde se tenía periódicamente bienales de sentir el arte actual al frente y verse reflejado e identificado o contrariado sin pensar que es el fin de la historia y es ahora con este encuentro que hay que recordar esos tiempos funestos donde se le dio paso a la violencia más cruel que ha vivido esta ciudad y el país nacional, esa época de los ochenta y principios de los noventa con sus blue jeans apretados y el copete de tres cuarto de alto que ahora quieren revivir ciertos diseñadores malcriados que nada nos dejó, quienes sobrevivimos a esa violencia pensamos en arte y no en guerra siempre era avivar el conocimiento en ser hedonista y disfrutarlo todo, a sorbos, como tomando un buen trago.
El buscador y el contrario
Del libro del Génesis extraje está imagen que va acorde con la idea mencionada, sobre ese encuentro con la vida y el arte, escribe Michel Onfray en su libro Política del rebelde en la cuarta parte De las fuerzas “El arte sigue siendo uno de los pocos dominios en que el individuo puede teóricamente ofrecer su plena dimensión, sean cuales fueran la época”.
Es el arte como testimonio de la experiencia humana, innumerables veces nos vimos amenazados en la 45 en Manrique. Mis cómplices en tragos y humos, de criticarlo todo y hacer música, de hacer performance y videos. Arte en las noches de lluvia. En la terraza de la casa de mi madre. Ellos salían antes de la nueve de las noche huyéndole a los sicarios que volaban en sus motos. El encuentro con la muerte, un reflejo de esa historia se realizó en un corto cinematográfico bajo la dirección de Diana Óspina, dos personas se persiguen sin saberlo, es la misma paranoia que los enlaza…es otra historia
